domingo, 3 de diciembre de 2006

Hans Asperger



HANS ASPERGER, nació en 1906, en Austria y se formó en Viena en Medicina General, y con el proyecto de especializarse en pediatría, Asperger comenzó su trabajo en la Clínica Pediátrica Universitaria de Viena sintiéndose particularmente atraído por la práctica de la Pedagogía Curativa, que se venía desarrollando en esta institución desde 1918.
Aquí elaboró lo que constituiría su tesis doctoral, publicada en alemán en 1944. En su trabajo original Asperger, describió a cuatro niños con edades comprendidas entre seis y once años que presentaban como característica común una marcada discapacidad por dificultades en la interacción social a pesar de su aparente adecuación cognitiva y verbal e introdujo el concepto de Psicopatía Autista (Síndrome Asperger) en la terminología actual.
La Pedagogía Curativa constituye uno de los pilares fundamentales del aporte de este autor. Conceptualmente, se trata de una estrategia terapéutica que integra perfectamente técnicas de educación especial en la práctica médica, sustentando todo ello en el trabajo de un equipo multidisciplinario (médicos, personal de enfermería, educadores y terapeutas). Asperger, partía de la premisa de que, a pesar de las importantes dificultades que generaban, estos niños tenían capacidad de adaptación si se les proporcionaba una orientación psicopedagógica adecuada.
Tras la II Guerra Mundial y durante veinte años Asperger asumió la dirección del departamento de pediatría de la Universidad de Viena. Falleció de forma repentina en 1980, mientras desarrollaba un trabajo clínico activo.
Su investigación quedó relegada por espacio de treinta años hasta que Lorna Wing utilizó el termino Síndrome de Asperger en un trabajo publicado en 1981. A partir de entonces se ha ido desvelando la importancia de este trastorno tanto por su elevada prevalencia como por la repercusión social que afecta a las personas que lo presenta.

El artículo de Asperger sobre la “psicopatía autística”, escrito en alemán, pasó desapercibido hasta que Lorna Wing, una psiquiatra británica, recuperó en 1981 el trabajo de Asperger e hizo una revisión del mismo aportando datos propios de su investigación.



• Rasgos clínicos de la “psicopatía autística” según Asperger

• El trastorno comienza a manifestarse alrededor del tercer año de vida del niño o, en ocasiones, a una edad más avanzada.
• El desarrollo lingüístico del niño (gramática y sintaxis) es adecuado y con frecuencia avanzado.
• Existen deficiencias graves con respecto a la comunicación pragmática o uso social del lenguaje.
• A menudo se observa un retraso en el desarrollo motor y una torpeza en la coordinación motriz.
• Trastorno de la interacción social: incapacidad para la reciprocidad social y emocional.
• Trastorno de la comunicación no verbal.
• Desarrollo de comportamientos repetitivos e intereses obsesivos de naturaleza idiosincrásica.
• Desarrollo de estrategias cognitivas sofisticadas y pensamientos originales.
• Pronóstico positivo con posibilidades altas de integración en la sociedad.

Curiosamente, unos meses antes, en 1943, Leo Kanner, un psiquiatra de origen austriaco residente en Estados Unidos, publicó su investigación sobre el “Autismo infantil”, en la que describe a un grupo de niños con síntomas similares a los descritos por Asperger respecto a las anomalías del contacto social y alteraciones del desarrollo afectivo y con un déficit pronunciado en las habilidades de comunicación.

De acuerdo con Wing, el término “síndrome de Asperger” estaría reservado para los individuos que presentando un cuadro autista no manifiestan deficiencias del aprendizaje severas, es decir, que poseen un desarrollo intelectual adecuado. Así, las similitudes y diferencias entre el autismo infantil y el síndrome de Asperger para Wing reflejarían diferentes grados de severidad con que la condición autista se manifestaría en diferentes individuos. Surge así el concepto de “espectro autista”.


• Características del síndrome de Asperger según Wing

• Algunas de las anomalías comienzan a manifestarse en el primer año de la vida del niño.
• El desarrollo del lenguaje es adecuado, aunque en algunos individuos puede existir un retraso inicial moderado.
• El estilo de comunicación del niño tiende a ser pedante, literal y estereotipado.
• El niño presenta un trastorno de la comunicación no verbal.
• El niño presenta un trastorno grave de la interacción social recíproca con una capacidad disminuida para la expresión de empatía.
• Los patrones de comportamiento son repetitivos y existe una resistencia al cambio.
• El juego del niño puede alcanzar el estadio simbólico, pero es repetitivo y poco socialSe observa un desarrollo intenso de intereses restringidos.
• El desarrollo motor grueso y fino puede manifestarse retrasado y existen dificultades en el área de la coordinación motora.
• El diagnóstico de autismo no excluye el diagnóstico de síndrome de Asperger.

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